lunes, 13 de febrero de 2017

¡Quepo en todas la cajitas!

Acá en los EUA es muy frecuente tener que llenar unos formatos sobre 'a qué raza perteneces' o 'con cuál raza te identificas', a veces les agregan que 'cuál es tu etnia' y otras finezas por el estilo. Esa no es una pregunta que uno hace en el resto del mundo. Nunca me he topado con una situación donde la conversación sea así:
- Hola, me llamo Alex.
- Hola, me llamo Tozic. ¿Con cuál raza te identificas?
- Con la que me dice que todo lo que hago que todo lo que hago está mal.
No, eso no pasa. Las conversaciones sobre raza que sí pasan, dicen algo como:
- Mira, este es Firuláis.
- Ah, qué lindo, ¿de qué raza es?
- Corriente cruzado con de la calle.
Bueno, esta historia es sobre la primera vez que tuve que llenar una de estas encuestas; fue para abrir una cuenta en el banco. Mi primera tentación fue responder "me identifico con Schnauzer, la barba se les ve bien". Pero esa opción no estaba. Luego pensé que a la mejor no tenía que responder eso, porque por mi raza hablará el espíritu, que le pregunten a él. Pero urgía abrir la cuenta y si el espíritu es como la burocracia UNAM, pues mejor contestaba yo. 
Así que comencé por buscar homo sapiens, pero ni siquiera estaba anotada, supongo que quienes diseñan los formatos saben que su país no es muy atractivo para los sapiens en general. No habiendo mis preferencias, tuve que acomodarme al menú. Afortunadamente la gringa que me atendía aclaró que podía elegir todas las opciones que quisiera; ya que no sirven lo que me gusta, por lo menos puedo pedir todo lo que quiera. Y siendo tragón, decidí que intentaría pedirlo todo.
Lo primero que hallé fue Do you consider yourself Hispanic or Latino? (Including Spain). Bueno, estaría cabrón ser hispano sin ser de esa tierra que solía llamarse Hispania, me resultó como decir '¿es usted nipón, incluyendo si es de Japón?' Pero aquí hispano es equivalente de latino y pensé que vaya, ser latino, ¿yo? Sí conozco un poco la lengua de esa gente, aunque sólo lo fundamental como nonis fellare (no mames), Quod fluctus? (¿Qué onda?) o el más usado entre el vulgo de Roma Quod flatum? (¿Qué pedo?) Como creo que las túnicas se ven bonitas y prefiero a los dioses paganos, pues anoté que sí soy latino, aunque eso me haga en automático hispano, que tampoco está mal por aquello del jamón y los quesos.
- I'm definitely going with latino- le dije al chino que pasaba por el mismo proceso junto a mí. 
- Really? Where you from?- Replicó con sorpresa. 
- México. 
- Really? You don't look that brown. 
A esta observación del chino, la gringa que nos atendía pegó un saltito en el asiento y repitió que you can tick all the boxes you feel comfortable with. Yo pensé que las únicas boxes que me hacen sentir cómfortabol son las de libros y las de pastel, pero de esas no hay en el banco.
La siguiente opción en el menú decía que independientemente de mi respuesta anterior, seleccionara todas las opciones que quisiera de la lista siguiente.
La opción de hasta arriba era White or Caucasian (including Middle East), blanco o caucásico incluyendo el medio oriente. Porque da lo mismo ser lapón que iraní. El caso es que caucásico no, seguro que nadie en mi familia vino del Cáucaso; una prima sí se casó con un armenio, pero nada más. Como en el mercado me dicen 'güerito', supongo que aplica lo de blanco, además de que varios antepasados gachupines he de tener con estas barbas que me cargo. Y el döner kebab es como un taco que también se hace con carne de un trompo, así que viva el taco del medio oriente.
- Also going with white.
- Really? Now, you are not that brown, but not that white either! - me corrigió el chino.
La gringa del banco casi salta hasta el techo. Yo pensé que quién le da gusto a este chino, si ni soy café ni soy blanco, él lo debería de entender; ellos ni son comunistas ni se abren el libre mercado. Antes de que pudiera preguntarle de qué color era Mao, la cajera intervino.
- Never mind, you are fair skin, that's fine- dijo queriendo calmarme como si alguien acabara de decirme priista. 
¿Mi piel es justa? ¿De qué habla? Mi moral es justa, espero, ¿la piel qué? Estos gringos son raros.
La siguiente casilla me preguntaba si soy Black or African American (including Africa and Caribbean). Normalmente pensaría que no soy negro, pero si no soy blanco ni café, van quedando pocas opciones. Luego pensé que los españoles trajeron africanos a la costa del golfo, en una de esas alguien en mi árbol genealógico decidió que le gustaba el chocolate, no es improbable y hay que considerarlo. Además la herencia que nos dejaron a todos los mexicanos en términos de ritmo, de cocina, de préstamos lingüísticos y de las primeras luchas de resistencia contra España es enorme. Siendo que algo he sacado de Africans que llegaron a America, decidí ser justo, como mi piel, y también elegir esa casilla. Y tengo lunares, eso es piel negra ¿o no?
- I'm going for African American.
El chino casi se va para atrás en su silla y la gringa también. Pero no dijeron nada, ya sólo me miraban.
A continuación decían que si soy Native American or Native Hawaiian (including all Original People of the Americas.) 
Aquí tengo que hacer una pausa. Todavía no entiendo si para los gringos que diseñan estos formatos la raza es algo del color de la piel o del lugar de origen o del idioma que se habla. Lo cierto es que parece que en los EUA la raza es una cosa que sigue la fórmula X o Y (incluyendo Z). La raza es algo que puede ser una cosa u otra, que no necesariamente se relacionan (como blanco/caucásico o ser de América/ser de Hawai) y además incluye un tercer elemento que tampoco tiene nada que ver, pero vuelve la categoría todavía más amplia. Si no bastaba juntar a toda la gente negra con la gente que llegó de África a América, se incluye también a toda la gente de África y el Caribe. Sí, se incluye también los Boers - esos holandeses que son sudafricanos desde hace como un siglo - y a los cubanos que son hijos de los rusos que mudaron a la isla durante la guerra fría y tuvieron hijos blancos pero en el Caribe. De modo que si Johanes van den Rijn y Carlos Vladímir Popofkin pueden caber en Black or African American (including Africa and Caribbean), pues yo también, ¿qué chintrolas?
Volviendo a Native American or Native Hawaiian (including all Original People of the Americas.) ¿Nativo de América? Pues en este continente nací. Además, si hay una nimia probabilidad de tener genes que trajeron los africanos, mucho más de alguno de los grupos indígenas de México. Y ni hablar de la herencia cultural que estos dejaron y siguen creando. Tons sí soy. Pero jaguayano seguro que no soy, aunque sí me encanta la pizza con jamón y piña. Lo que me ayudó fue eso de Toda la Gente Original de América, la neta soy de los más original que hay: tengo un nombre mexica con uno español, tengo dos veces el mismo apellido, prefiero comer el postre primero y una vez pasé diez minutos convenciendo a mis alumnos de que me dijeran 'güey'. Entonces 'nativo' por doble partida, 'original' por derecho propio y jaguayano nanáis, pero con dos de tres basta.
Ya ni se inmutaron cuando dije I´m going for Native American too.
Por suerte ya nomás quedaba una elección que hacer: Asian or Indian (including Philipino). Esto requirió más pensamiento. Una parte es fácil, porque filipino no soy. En cuanto a Indian, pues qué le busco, hay una película que se llama 'El indio Tizoc' ¿se necesitan más indicaciones? Indio sí soy, pues, además que esto ya lo aclaré cuando dije que heredo de los nativos de México. ¿Seré Asian? Dado que algo heredo de los primeros pobladores de América y ellos pasaron por el estrecho de Bering y antes de eso estaban en Asia, podría decirse que sí. Lo cierto es que este razonamiento parecía muy forzado así que decidí que sólo valía por medio.
Necesité volver a evaluar. El asunto de ser filipino definitivamente es un no. El asunto del Indio Tizoc es más claro que el agua. ¿Por qué mezclan tanto sus categorías estos gringos? Y ser asiático, pues a medias. Como al final no estaba seguro, en lugar de tachar le casilla, sólo puse medio tache, o sea una diagonal.
A penas abrí la boca para comentar, el chino me interrumpió.
- No way! I am Asian. - Este sí me dijo wey.
- You too, güey? Brother! You shold have come when we still had Bering, it was cheaper. Also we are about to have our own Great Wall, too. And rice! Forget your sticky version, you have to try it with chícharos and zanahorias and mole al lado.
Al final lo de abrir la cuenta salió bien y en llenar el formulario descubrí rasgos míos que antes no tomaba tanto en cuenta; creo que más bien los ponen por una cuestión filosófica, eso del conócete a ti mismo. (¿Cuento como griego si soy de pelo chino y barbón y me gusta la filosofía como a Aristóteles?) Pero me pareció triste que faltaba la única opción que habría hecho todo el asunto más fácil y sin tanto embrollo, lo primero que un latinoamericano habría puesto al diseñar este formato. Resulta que aquí soy mezcla de todo, pero no por eso soy mestizo.

miércoles, 1 de febrero de 2017

Florence sin pecado y la virtualidad real

Estoy por terminar la lectura de Bless me, Última del chicano Rudolfo Anaya. A continuación despepitaré una escena casi final, lo digo por si alguien pensaba leerla y quiere evitarse influencia alguna. Agua va.
La novela va del paso a la adolescencia de Tony Márez, un niño mexicanoamericano, en algún pueblo del sur de los EUA, probablemente en los cuarentas o cincuentas. En esta escena él y su pandilla esperan afuera de la iglesia por el examen y la confesión con los que el párroco les permitirá hacer la primera comunión. Tony es reconocido por ser particularmente estudioso y se le prevé un futuro como sacerdote, con esto en mente, entre la discusión y la tensión sobre el resultado posible del examen que cada uno presentará, sale la propuesta de 'ensayar': Tony será el sacerdote y confesará a sus amigos. Las confesiones serán, claro, públicas porque el juego se trata más de darse valor mutuo y exhibir las malas acciones para divertimento del resto.
El primero es Horse, quien hizo un hoyo en la pared del baño de la escuela y por allí espió el baño de mujeres. El siguiente es Bones, que vio a un muchacho y una muchacha locales tener sexo. El tercero es Florence, pero Florence no lo hace voluntariamente. Florence no cree en dios y todos lo saben, él sólo va al catecismo por estar con los cuates, pero es abiertamente escéptico y con frecuencia expone sus razones; esto, en momentos anteriores, había causado tensión y comentarios derogatorios hacia él. Pero durante esta escena donde todos se preparaban para su mayor demostración de fe, a la voz de 'Florence no cree', el asunto se vuelve pretexto para que otros niños lo obliguen, lo tironeen de los cabellos y por la fuerza lo sometan a arrodillarse ante 'el sacerdote' y confesar sus pecados.
Tony intenta intervenir, puesto que Tony es un chico muy sensible y amable que nunca forzaría a nadie y que no tolera la violencia, además de que siempre ha sido un amigo fiel de Florence. Pero Tony es demasiado pequeño y débil comparado con el resto, así que opta por seguir en su papel y rogarle a Florence que le diga un pecado, lo que sea, que lo invente con tal de que lo suelten. Florence contesta: yo no tengo pecados, es dios quien ha pecado contra mí. La indignación corre entre el grupo y la violencia se dispara contra el hereje; por suerte Florence es grande y logra soltarse y empujar a los chicos que los sostenían, entonces se planta frente al 'sacerdote', lo encara... y ahí los dejo con las ganas de leerla. Nomás quiero anotar un par de cosas.
Tony no era un sacerdote real, la pandilla no era su comunidad real y las confesiones no eran confesiones reales. Los acuerdos que el grupo tomó sí eran reales, como que Tony sería el sacerdote, o que Florence debía confesarse; también eran reales los sentimientos involucrados, el ánimo de confesar pecados extravagantes para llamar la atención, o la ira contra Florence por desviarse de la fe aceptada. Todo esto era tan real, que la humillación, los golpes y el sometimiento a Florence también eran reales, el juicio al que su grupo lo sometió, era real. 
Y ahora vuelvo a mi primer enunciado ¿de verdad Tony no era un sacerdote real? Para las normas de la iglesia católica, ni Tony era sacerdote, ni la pandilla era su comunidad, ni las confesiones más que un sacrílego juego. Pero para la pandilla sí era real, en el momento en que el grupo aceptó partir de esos principios, la 'confesión' se volvió una norma real cuya evasión sería castigada de modo real. De la nada, ciertas cosas cobraron existencia. Unas ciertas reglas de comportamiento, una figura sacerdotal y un par de guarros para imponer el orden.  Nada de eso estaba allí cuando la escena empezó, luego las ideas aparecieron en forma de palabras que se fueron sugiriendo, sonidos al aire; luego esos sonido determinaron quién era quién, qué debía hacer cada quién y todo se tornó realidad, se materializó en rodillas pegadas al suelo, señales de la cruz y, finalmente, golpes.
Ahora supongamos a un sacerdote real, autorizado por la iglesia, en una convención de ateos y llamando a la confesión. Por real que sea el sacerdote, su poder allí es incluso menor que el de Tony que tuvo dos confesiones sinceras y un par de inquisidores para forzar una confesión falsa. Mi punto no es contra la iglesia, ni por los ateos, ni nada de eso. Mi punto es sobre la posibilidad que tenemos los humanos de tornar algo real por nada más que un acuerdo. 
Siempre hubo un tiempo en que ninguna práctica humana que conozcamos existió. Algo tan obligado como ir a la escuela no era ni siquiera una idea, pero un día alguien se dijo '¿y si tuviéramos un lugar al que la escuinclada va y se sienta y se aburre seis horas?' Y hoy la escuela existe tanto que tiene otras escuelas para formar docentes, tiene leyes que la respaldan, tiene industrias de producción de material didáctico, tiene edificios, etc.
Virtual viene del latín y se refiere a la voluntad, hoy lo usamos como antónimo de real. Nos fascinamos de la 'realidad virtual' que creamos en los ordenadores, ese mundo que no es tangible, pero existe en la pantalla frente a nosotros. Pero llevamos milenios tomando lo que sí existe tangiblemente frente a nosotros, lo real, y acoplándolo, por nuestra voluntad, a ciertas ideas que sólo existían en nuestra mente y nuestras palabras, a lo virtual. Nuestras virtualidades las tornamos reales, para bien y para mal; incluso la realidad virtual un día no existió y su mera mención a la gente de principios del siglo XX le habría parecido cosa de magia, una locura, pero la materializamos desde nuestras imaginaciones y por medio de nuestra capacidad técnica. La realidad virtual también es una virtualidad real.
Y Florence fue una víctima real del modo real en que creamos comunidades y normas y acuerdos sin ser conscientes del poder que esto tiene, como en nuestras democracias y capitalismo contemporáneos.

* Hablo aquí de unas cosas que en ciencias sociales se conocen como construcciones sociales o mundos figurados. Nomás no saqué el palabrerío académico para no espantar a nadie, pero tampoco es que a mí se me haya ocurrido nada de esto.